La Inteligencia Artificial (IA) está cada vez más presente en el mundo corporativo, siendo utilizada por miles de empresas y particulares para una amplia variedad de tareas, o para agilizar procesos que requieren tiempo. Aunque aún se encuentra en una etapa primitiva, la mayoría de expertos augura un desarrollo exponencial de sus capacidades en la próxima década.
Se ha escrito mucho sobre los posibles riesgos asociados a la toma de decisiones de esta tecnología. Durante los últimos meses, cientos de altos directivos de empresas del sector han expresado su preocupación al respecto. Incluso Google, a pesar de haber lanzado Bard (su versión de ChatGPT), está tomando medidas para garantizar la seguridad en este ámbito.
Es así como el gigante de las búsquedas ha presentado el Marco de Inteligencia Artificial Segura (SAIF, por sus siglas en inglés), una hoja de ruta que muestra las intenciones de la empresa en relación con los mecanismos de seguridad para combatir los riesgos de un mal uso de la IA. Uno de los objetivos principales de Google es ayudar a las compañías a protegerse de posibles ataques de hackers que puedan aprovechar esta tecnología para robar datos sensibles.
Ideas para mejorar la seguridad empresarial
Aunque el Marco de Inteligencia Artificial Segura de Google se encuentra en una fase temprana de desarrollo, la compañía ha explicado que tiene planes de consolidar una comunidad que utilice la IA de forma segura. El gigante de las búsquedas tiene la intención de ayudar a otras empresas a implementar mecanismos básicos de seguridad y control en sus sistemas basados en esta tecnología.